viernes, 8 de abril de 2011

Crónica de un sentimiento...



   Pienso, que no hay nada más bonito que los comienzos, el comienzo de un libro... adentrándonos a un mundo todavía por descubrir, con personajes a los que conocer, el comienzo de un delicioso postre... las primeras sensaciones de sabor que explotan en nuestra boca al introducir esa cucharada de tan apetecible manjar, el comienzo del primer beso... los nervios y el deseo se funden cuando tus labios empiezan a rozar los labios de la otra persona y cuando las lenguas se funden dejando que todo lo demás desvanezca...
  
   Y lo mismo pasa, cuando comienzas a conocer a una persona... al principio, casi ni te das cuenta de que está... va apareciendo poco a poco... lo ves un día si, un día no... y es así como a medida que pasan los días y los encuentros... vas interesándote un poco más, vas prestando más atención a sus palabras, a sus gestos, a sus silencios... y cuando llega el momento, ese, en el que estás deseando que aparezca, que te diga algo, que sepa de tu existencia, ese día... amigo... ya estás perdido!!
   Pero ese principio... esos primeros momentos, cuando todo eso ocurre, es el verdadero momento en el que te puedes sentir vivo! Cuando lo ves, y el corazón funciona como el motor nuevo de un coche de carreras, cuando lo tienes cerca y sientes que los pelos se ponen de punta porque sólo con su presencia, ya no existe más mundo, cuando aparecen las tan famosas mariposillas en el estómago, es entonces, cuando la sangre fluye a mil por hora dentro de ti, cuando la vida, se hace más vida y te deja disfrutar de tal capricho.
   Son en estos comienzos, cuando surgen también los miedos, las inquietudes, las inseguridades... el no saber lo que la otra persona puede estar sintiendo, es a veces, desgarrarte el corazón; pero en eso consiste la naturaleza del ser humano, sin esos miedos... no serían los comienzos tan excitantes, delirantes, y ni la recompensa, tan gratificante. También, a veces, dentro de esos miedos, puede que aparezcan las corazas, las máscaras, los escudos... con los que, por diversas experiencias de la vida, nos vamos vistiendo y resguardando, pero, francamente, todo eso dificulta la visión, y no deja disfrutar al 100% de lo que se tiene delante... muchas veces, esas corazas, máscaras, escudos (infundados, que no impuestos) hacen que esos primeros encuentros, que tendrían que ser maravillosos, pierdan todo su esplendor y se convierta en un fracaso... es cuando el desencanto entra en escena, se pierden las ilusiones y la persona por la que antes hubieras deshecho cualquier plan, sólo por estar con ella, se convierte en un mero conocido más. Y es que está claro... pasamos del todo al nada en cuestión de segundos... los sentimientos son así de caprichosos.

   Todos hemos tenido miedos... incluso el miedo a querer demasiado, pero desde mi experiencia puedo decir, que nunca se quiere lo suficiente.

Continuará...

3 comentarios:

  1. Que bonito repaso de los inicios de la relacion... Muchas veces se sufre pero yo siempre me quedo con los momentos buenos.

    http://www.destellosdeglamour.com/

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  2. Precioso....

    No me digas por qué pero tu post me ha recordado a esta canción...

    http://www.youtube.com/watch?v=PPg9l0st_lk&feature=youtu.be

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  3. Wow!!! Precioso texto... Me ha emocionado y removido tantos recuerdos... Qué mágicos son los comienzos! El vedadero reto es conseguir mantener algo de esa emoción conforme pasa el tiempo y la relación se consolida. Evitar la rutina, he ahí lo difícil!
    Escribes genial, guapo! ;)

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