Taylor... adios a la última DIVA.

 

   La primera vez que la vi, inundaba la pantalla de mi televisor vestida de blanco, esbelta y sobria, interpretaba el mejor papel de su vida (aunque después ganó dos Óscar uno por "Una mujer marcada" y otro por "¿Quien teme a Virgina Woolf?") desde entonces, mi fascinación por ella, fue creciendo a medida que veía más y más películas suyas. Siempre recordando su papel de Cleopatra, el mundo no verá jamás una Faraona Egipcia tan bella.

    Su mirada violeta conquistó Hollywood, y su presencia eclipsó al público en muchísimas ocasiones, fue una mujer elegante, excesiva, majestuosa, glamurosa, sofisticada, amante, amada, morbosa y fuerte, se burló de una traqueotomía en el momento más álgido de su carrera, de un accidente aéreo, de una operación en el cerebro, de otra en la cadera y más recientemente, de una de corazón. Pero el momento llegó... tarde o temprano tenía que pasar (llevaba luchando contra el cáncer desde hace ya muchos años) y fue la tarde del 23 de Marzo de 2011 cuando la "Gran Gata" nos abandonó, dejándonos huérfanos de una madre que conquistó nuestros corazones a través de sus películas, sus matrimonios, su lucha contra el SIDA (ella fue la pionera del término "solidaridad", contribuyó durante muchos años a una lucha que hizo suya), sus joyas y, en definitiva, su historia. A los 79 años, a causa de una insuficiencia cardiaca.

   Una de las últimas Diosas del celuloide, una de las mujeres más bellas (según el canon de los años 50) que se haya filmado nunca, una mujer atormentada por esas ganas de vivir, nos ha dejado. RIP Elizabeth Taylor, permanecerás siempre viva en nuestro recuerdo, y en tus películas. Porque siempre serás inmortal.