Es difícil reconocer que el camino en el que andamos no es el correcto, que estamos tomando una dirección equivocada... es ahí cuando tienes que tomar la decisión de salirte de ese itinerario, de coger las riendas de tu propio destino y ser valiente para dejarlo atrás...
En ocasiones, tenemos que romper con algo para poder seguir adelante, más que romper, yo lo llamaría transformar, ya que muchas veces, no consiste en acabar con el 100% de la situación, tenemos que aprender a que existen otras formas de "tener" que pueden hacer menos daño. Cuando se rompe una amistad, una relación, unos recuerdos, es duro para las dos partes, tanto para el que tiene que finalizar el vínculo, como para el que se encuentra con ello roto. Pero detrás de todo eso, existen, seguramente, unas razones... hay momentos en los que tú mismo te descubres extraño, y llegas a la conclusión de que quizás, los pasos que estás dando, no sean la mejor opción, no llegan a ser tan profundos como a ti te gustaría, y estás haciendo al mismo tiempo que la persona que te acompaña en ese viaje, tampoco siga el recorrido adecuado; es entonces cuando tienes que tomar la dura decisión de dejar ese camino... pero muchas veces ocurre, que no nos damos cuenta de que no tienes porqué dejar ese camino atrás y que un manto de arena lo cubra, puedes ir a su par, puede que a veces el nuevo camino te lleve por partes del antiguo, y esa nueva forma de "tener" sea la mejor para no "olvidar".
Dejar atrás las cosas que se quiere, es duro, por eso, yo soy partidario de que no desaparezcan de tu vida, pero también soy consciente de que existen momentos en que hay que hacerlo por el bien de todas las partes en juego, te puede costar más o menos darte cuenta, pero la vida, al final, te va a dar la razón; intentemos entonces que no sea una necesidad el que desvanezcan, vamos a transformar esa forma de coexistir.
Nadie dijo que el día a día es fácil, y que los vínculos que vamos entretejiendo con las personas sean definitivos... pero hoy por hoy estoy totalmente convencido que esos lazos, no siempre tienen porqué finalizar, sino que se pueden transformar y conseguir volver a trazar un nuevo camino.
Y yo como fan número uno del blog pido q tu próxima entrada sea más alegre porque ultimamente solo hay penas eeh! jajajaja :P
ResponderEliminarBueno y ahora escribo mi segundo comentario centrandome un poco más en la entrada de hoy. Pienso igual que tú, a veces es importante tener aunque sea de diferente manera pero también pienso que en muchas ocasiones ese tener no es suficiente para alguna de las partes y es mejor no tener. Aun así creo que es importante el tener...
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, es posible transformar un lazo y pasarlo a otro nivel, pero creo que eso es posible cuando no hay sentimientos negativos sino todo lo contrario. El ser humano necesita caer para tomar fuerzas y volver a levantarse y que mejor apoyo que la gente que te quiere u sobre todo que te conoce. Cuando dos personas tienen que tomar la dura decisión de cortar (por así decirlo) de romper un lazo tan grande y fuerte como el amor, solo el dolor que te produce es mas llevadero con entendimiento y solo el día a día te ayuda a colocar todo en su lugar. Al final si realmente ese vinculo fue puro y sincero y luya su transformación, el resultado es una amistad que perdura a través del tiempo..... Un abrazo muy fuerte para ti querido blogero.
ResponderEliminarNo es sencillo llegar a esa conclusión, más cuando alguien ha formado parte de tu vida durante un tiempo y eres consciente que algo ha cambiado. No se, muchas veces es una palabra, una llamada o una no llamada, muchas veces un gesto. No creo que haya algo muy determinante, sencillamente ocurre, y es muchas ocasiones es mejor dejarlo atras sin más historias. Yo, que como sabes por el post que escribí, estoy pasando por algo parecido, creo que voy a dejar que muera solo, porque de alguna manera no tengo ni ganas de saber muchos porques. La vida nos pone delante de personas que luego nos quita, y saber afrontar esos cambios es lo que nos hace maduros.
ResponderEliminarUn beso grande